
Cataluña es uno de los lugares de España con más contrastes. En un mismo lugar puedes disfrutar de las playas doradas de la Costa Brava hasta irte a las montañas de los Pirineos. Sin olvidarte de pasar por ciudades cosmopolitas como Barcelona, o pueblos con encanto con casas rurales en Cataluña.
Esta Comunidad Autónoma tiene algo para todos los gustos. Y si buscas una experiencia auténtica llena de historia y belleza natural, sin duda debería estar en tu lista.
Un refugio en la naturaleza
Centrándonos en las casas rurales en Cataluña, estas te dan la oportunidad de pasar tiempo en los lugares más auténticos del lugar.
Y es que estas casas se ubican en algunos de los rincones más pintorescos de la región, desde las colinas verdes del Empordà hasta los pueblos medievales del interior.
Si nunca antes has estado en una casa rural, y sin embargo te gusta la naturaleza, sin duda vas a estar rodeado de ella. Por ejemplo, te puedes despertar con vistas a los campos de viñedos o a las montañas cubiertas de bosques. El aire fresco y la serenidad de la naturaleza te envuelven y es como una parada de la vida. Te ayuda a disminuir esa vida ajetreada, bulliciosa y estresante que se vive en la ciudad.
Las casas rurales: Un viaje al pasado
Cuando te hospedas en alojamientos rurales, además de naturaleza, también vas a formar parte de la historia y la cultura.
La gran mayoría de esas casas son restauradas, por lo que tienen muchos años y conservan su encanto natural. Que no te extrañe disfrutar, por ejemplo, de vigas de madera en los techos, de muebles antiguos, suelos de piedra…
Eso sí, no quiere decir que vayas a vivir en otra época. Están habilitadas para el día a día actual, solo que te sentirás como en otra época. Y no es para menos, las paredes de estas casas han sido testigos de generaciones de historias y eventos, y cada rincón cuenta una historia única.
Y si quieres salir de esa casa, el entorno, normalmente en pueblos antiguos y tranquilos, te permitirá disfrutar de paseos por calles empedradas, hacer turismo para descubrir plazas con encanto, o iglesias a veces más bonitas que las más turísticas. Pero, sobre todo, a los habitantes de los pueblos que aún perduran.
Un plus extra: La gastronomía local
Una de las mejores partes de alojarse en una casa rural en Cataluña es la oportunidad de probar la deliciosa gastronomía local. Como sabes, es conocida por sus platos tradicionales, como la paella, el suquet de peix (un guiso de pescado) y los embutidos curados.
Pero si quieres comer de verdad, nada mejor que los pueblos para comprar productos frescos, ingredientes… y hacer en tu casa rural una auténtica comida catalana.
O, si lo prefieres, degustar esos platos en zonas donde muchos de los alimentos son cultivados por los propios del pueblo y tienen el auténtico sabor (como nunca antes lo hayas probado en la ciudad).
Además, no tienes por qué comer siempre dentro de casa. Comer al aire libre en el jardín o en el patio de la casa rural puede ser una experiencia especialmente encantadora.
Ahora te toca a ti decidirte. Alojarte en una casa rural en Cataluña te ayudará a disfrutar de la naturaleza, la tranquilidad y la historia de la región. Da igual que sea por una escapada romántica, unas vacaciones en familia o una aventura. Lo importante es que te sientas cómodo y explores el lugar de una manera completamente diferente, combinando lo natural, lo histórico, la gastronomía y la cultura. ¿Te animas a ir?